David contra Goliat

Transformación de Alicante en nombre del progreso

Como todo el mundo sabe, en ocasiones (casi siempre), «una imagen vale más que mil palabras», y a mi entender, esta fotografía esta dotada de un significado un tanto «especial» pues relata una historia. Una historia turbia, oscura, pero al fin y al cabo nuestra historia, porque todos los que vivimos en la Provincia, hemos formado parte de ella y de algún modo la hemos escrito y moldeado.

Por supuesto, como todo en esta vida, existen matices y no todos los ciudadanos han tenido el mismo grado de complicidad en el desarrollo y evolución de Alicante, pero ahora bien, la mayoría por H o por B, hemos sacado provecho de algún modo, por pequeño o insignificante que fuera. Entendíamos y creíamos estar haciendo lo correcto en la senda adecuada, así nos lo vendían. Muchos ya os habréis dado cuenta por donde voy, y los que todavía no me sigan, os quiero decir que hago alusión a aquel período que abarcó, más menos, los años 95-96 hasta el año 06-07. Período de bonanza económica, del «jiji, jaja», el «todo vale», «somos los mejores», «las vacas gordas»….

En definitiva el período del «Crematorio», donde más recursos naturales se destruyeron en nombre del «progreso», dando cabida, con total inmunidad a determinadas acciones que a día de hoy, que casi todo se sabe, tachamos de prácticas barbaries y sin sentido. Pero ojo no fue hace tanto… Y peor todavía, no era la primera vez en el Tiempo y en la historia del Ser Humano que sucedía, pues en cualquier rincón del Planeta, encontramos ejemplos de «crematorio», en ocasiones menos acentuado y en otras digno de estudio. La primera conclusión rápida que podemos sacar de todo esto que os estoy contando es muy simple; «El que no conoce su Historia, esta condenado a repetirla».

Sin embargo, y vuelvo a repetir que «una imagen vale más que mil palabras» , del mismo modo que la fotografía puede transmitirnos (así sucede en mi persona) una historia como ya dije «oscura», a su vez transmite un futuro claro, lúcido, esperanzador. Fijémonos en el almendro rebosando vida, con su tamaño, sus flores, sus colores, su vitalidad. Mientras que detrás, acechando con una amenazante sombra, se encuentra ese inmenso coloso de hormigón, parado, inacabado, muerto. Del mismo modo que han ido muriendo todos los gigantes de su clase, hasta llegar a extinguirse y con la extinción de estos, llego el fin «anunciado», del motor económico que movía la Provincia y hasta el país, la Construcción.

Por desgracia dejando unas nefastas consecuencias, por una parte, miles de «víctimas laborales»que en su día optaron por trabajar y especializarse en construir «gigantes» o simplemente les abastecían, por otra, dejando «heridos» y «maltratados», a todos aquellos que vieron por ejemplo, como su playa iba perdiendo su arena y el color de sus aguas originales; como se prendía un bosque por un supuesto pirómano para a continuación, poco tiempo después construir un coloso de hormigón y hierros aprobado por tal y tal ayuntamiento, por «fulanito» o «menganito» o simplemente aquellos que habían empeñado su vida con los bancos pagando una vivienda que ni siquiera cumplía con lo prometido por la promotora. Todo ello bajo la eterna promesa de la prosperidad, y felicidad.

Por ello, volviendo al almendro (y es que, debo aclarar que la foto la tomé dando un paseo por uno de esos descampados que tan familiares nos resultan) y claro al verlo, con esa vitalidad, en ese entorno tan desolado, carente de «vida», inmediatamente me  vino a la mente la flor de loto, esa flor tan bella, con sus característicos pétalos y colores. Pues bien, para que la flor de loto se pueda desarrollar hasta llegar a su aspecto más bello, se deben cumplir una serie de condiciones físicas y geográficas, de donde las más importantes de esas condiciones, son ni más ni menos, que la planta crezca en un entorno de aguas estancadas, pantanosas, sucias, infectas…

Nuestro deseo es que Alifornia sea esa flor de loto que sobrevive en un ambiente tan adverso, abriéndose paso y buscando proyectar su luz al lugar que la rodea.

Por todo lo anterior relatado creo que debemos empezar por respetar nuestro cuerpo, nuestra familia, nuestro Entorno. Sólo entonces, empezaremos a «vivir» y a sentirnos vivos. ¿Cómo debemos empezar en éste camino? No lo sé. Lo que si sé es como empece yo, y fue simplemente como ya dije en el post «Alifornia al rescate» descubriendo tesoros de la provincia de Alicante que siempre han estado allí, pero que no por ello van a estar siempre. Eso es cosa nuestra. Pero recordad esto, menos es más y no teniendo más, tendremos la necesidad de necesitar menos ;).

Y trás estas palabras, a todo aquel que haya aguantado este literato hasta el final, me gustaría preguntarles: ¿Podremos aprender de los errores? o ¿Volveremos a las políticas de «pan para hoy, hambre y miseria para mañana y pasado? 

Ánimo y fuerza alifornianos.

Siempre vuestros 

Lucho