Comer en La Vall de Alcalá, Restaurante Ca Vicent de La Tona

Donde los cinco sentidos alucinan por sí mismos.

Es enorme la belleza y riqueza de todo lo que compone y forma La Vall de Alcalà, sus casas de piedra, la naturaleza mediterránea, las montañas, sus gentes, y por supuesto su riquísimo legado histórico del que todavía quedan muchas evidencias. Evidencias, algunas deliciosas, resultantes de la siempre rica herencia gastronómica árabe con fusión mediterránea (minchos, Blat Picat, dulces y panes), mientras que otras evidencias, atestiguan antiguas poblaciones, fortalezas, castillos, cruentas batallas, gloriosas victorias e ingeniosas técnicas de cultivo, de explotación y canalización de un bien escaso como es el agua (creación de fuentes y lavaderos).

¡A comer! — Recetas que han ido pasando de generación en generación y que hoy enriquecen todavía más la gastronomía de Alicante.

Pues no olvidemos que La Vall de Alcalà, situado al noreste de la Provincia de Alicante, fue elegida por el famosos guerrero árabe Al-Azraq, «el de los ojos azules», como capital de su feudo, y desde ahí dirigió la defensa contra Jaime I de Aragón, quien tras mucho esfuerzo (debido a lo remoto e inaccesibilidad del terreno) logró desterrarlo (fuente; Wikipedia).

Y avanzando por esa línea cronológica de la historia de La Vall de Alcalà llegamos a la segunda mitad del siglo XIX, donde se fundó el restaurante Ca Vicent de La Tona en el mágico Alcalá De La Jovada, por entonces una taberna a su vez posada. Una taberna que al mismo tiempo era un punto de encuentro para los comerciantes y tratantes de la época, tanto de animales como de cereales, frutas, chocolate, aceite, verduras, herramientas, y un largo etc.

Ca Vicent de La Tona — Por más que pasen los años y cambien los tiempos, en el Restaurante Ca Vicent De La Tona, el buen comer esta más que asegurado.

Por un lado, geográficamente era un punto muy interesante, ni pegado al litoral ni muy en el interior.

Por otro lado, gracias a la venta e intercambio, materias primas de la costa llegaban al interior y viceversa (vino, licores, aceite, fruta, trigo, garbanzos, lentejas, arroz, hielo, pescado, salazones, encurtidos, chocolate, miel, etc.). Por supuesto la por entonces taberna, supo aprovecharse del acceso a estas materias primas, las cuales en combinación con las materias que provee el entorno de La Vall de Alcalà, dieron como resultados las deliciosas recetas que podemos disfrutar a día de hoy.

Encurtidos de primera. — Mientras que de la Costa llegaban sabrosos salazones, del interior provenían los encurtidos.

Aguardiente de Cerezas — Licores con D.O.

Unos comerciantes que además de comer y dormir, (antiguamente el restaurante Ca Vicent de La Tona contaba con camas en la parte superior y un establo donde hoy esta la cocina), cerraban importantes acuerdos comerciales, realizaban trueques y compartían rumores bajo el mismo techo. Convirtiendo el valle y más concretamente el restaurante Ca Vicent de La Tona, en un referente tanto para comerciar, chatear, descansar y comer en La Vall de Alcalà.

Cocas Caseras — En Ca Vicente de La Tona todo es casero, los tomates, pimientos y cebolla, cultivado en el propio huerto, y todo lo demás de proveedores locales.

Almuerzos y picaetas — ¡Hora del almuerzo! ¿ A quién le apetece una picaeta con tomates del huerto, aceite y pan caseros?

Unas recetas únicas que dado su excelente sabor, ya sea porque Vicenta y RosaMari utilizan verduras y hortalizas de su huerto o bien porque trabajan con proveedores locales, no solo han sobrevivido en el tiempo enriquecido el patrimonio gastronómico de la Provincia, sino que además se han mejorado. Recetas que han pasado de generación en generación (literalmente), ya que desde su apertura hace casi dos siglos, el restaurante Ca Vicent de la Tona ha sido dirigido por la familia fundadora, siendo las bisnietas quien actualmente dirigen el restaurante, dos hermanas RosaMari y Vicenta, que gracias a su dulzura y familiaridad ponen la guinda a un velada inolvidable.

Sweet Sisters — Las artífices de que todos los platos estén tan ricos, las hermanas RosaMari y Vicenta, bisnietas de la fundadora allá por el siglo XIX 😀

Por tanto fruto de ese legado familiar o «knowHow» o «saber hacer», Ca Vicent de La Tona se ha convertido en todo un referente para comer y beber en La Vall de Alcalà. Un referente respaldado por hijos y nietos, que al igual que sus padres y abuelos antes que ellos, acuden a deleitarse con deliciosos platos aderezados con un fuerte sentimiento emocional. Siendo fácil escuchar frases como, «Mi padre siempre venía aquí a comer» o «Mi abuelo siempre hablaba de la paella de este lugar», palabras que quedan confirmadas nada más dar el primer «bocado».

Alegría en la cocina — La alegría y profesionalidad con la que se trabaja en Vicent De La Tona, queda reflejada en la atención a sus comensales y en el resultado de sus recetas.

Una imágen vale más que mil palabras — ¡Llamar a esta albóndigas «caseras» es quedarse corto! Pues son caseras «al cubo» por lo menos 😀

En la actualidad, el restaurante recibe comensales de otros países de Europa (muchos suizos y británicos), con el mismo denominador común que los anteriormente citados. Bien habían comido anteriormente, o bien han sido recomendados por familiares o compatriotas que sí tuvieron la oportunidad de deleitarse en esa fiesta de homenaje al sabor.

Comensales Europeos — Tras una excursión por Alcalá de la Jovada, toca reponer fuerzas y refrescar el gaznate con un rico aperitivo.

También las dos hermanas trabajan mucho las especialidades por encargo, especialidades que dotan al restaurante de un abanico de sabores de temporada que invitan a visitar La Vall de Alcalà todo el año.

El huerto — «Si nos quedamos sin algún ingrediente, solo tenemos que subir al huerto»

Por ejemplo, disfrutando de su fiestas de moros y cristianos junto a un arroz de conejo, pollo y espencats en Verano, el suave Otoño con el bosque caducifolio y sus setas, revitalizantes platos de cuchara como el Blat Picat (trigo picado) para apaciguar el duro Invierno y volver en Primavera para explorar el verde y colorido entorno y terminar con un adictivo postre casero de tarta de queso y cerezas.

Postres Caseros — Tarta de queso con mermelada de cerezas casera. Puedo decir alto y claro que; ¡YO LA HE PROBADO!

Cierro el post con la certeza de saber que el restaurante familiar Ca Vicent de La Tona forma ya parte de la rica Historia de la que se compone La Vall de Alcalà, un pequeño gran enclave, localizado en una pequeña gran Provincia, un legado vivo de Alicante o Alifornia.