Aventura en Marruecos I: Marrakech en 2 días de mochileros

Aventura en Marruecos: Marrakech en 2 días de mochileros

Tras pasar una semana viajando por Marruecos en “modo viajeros” backpacker (o mochilero) puedo afirmar que tanto Marta como un servidor hemos vivido el auténtico cuento de las Mil y una Noches en un país lleno de tesoros, paisajes alucinantes, una gastronomía adictiva y personas muy amables.

Nos hemos dejado hechizar por la magia que desprende este país. Y es que en Marruecos todavía quedan muchas zonas donde el tiempo ha permanecido inamovible desde la alta Edad Media hasta nuestros días.

Dado que una semana por Marruecos dio mucho de si, he decido dividir este viaje en varios post. En el primero de ellos os contaré nuestras aventuras por Marrakech, bellísima ciudad donde las haya y a su vez daros algunos consejos para que vuestra experiencia, tanto como si viajáis de mochileros como si no, sea igual o mucho mejor que la nuestra.

Más adelante publicaré un segundo post contando nuestro viaje por el sur explorando el desierto del Sahara de Marruecos, pasando por el Atlas y parando en algunos de los pueblos más bonitos de todo el norte del África.

Nada más pisar Marrakech el viajero o turista se da cuenta del gran “choque cultural” (en positivo) entre Oriente y Occidente teniendo la sensación en muchos casos de haber viajado a miles de quilómetros de tu país de origen y sin embargo el vuelo a penas dura unas escasas 2 horas desde el aeropuerto de Madrid dirección Marrakech.

Aquí os dejo una lista de consejos que a nosotros nos ha funcionado muy bien para descubrir esta ciudad tan fantástica:

• Perderse en el Zoco
• Regla del regateo división x3 (te lo explico más abajo)
• Timos y precauciones “Jurassic Park”
• Puesta de sol en el Café de France
• Alojarse en un Riad en el centro de la Media o Ciudad Antigua.

¿Qué hacer y qué ver si viajas a Marrakech?

Marrakech ciudad de contrastes donde las haya puede perfectamente visitarse en 2 días. Os garantizo que os enamoraréis de este enclave a los pies del Atlas nada más llegar.

La Medina de Marrakech o su ciudad vieja es espectacular, perderse a proposito por sus estrechas y sucias callejuelas, los riads palacios entre medias de los barrios populares, ver la vida de sus gentes, sus monumentos y edificios históricos, la arquitectura, los olores… son sin duda los aspectos que más me sorprendieron y a su vez me fascinaron de Marrakech.

Otra de las joyas que se pueden encontrar en gran cantidad por las calles de Marrakech son sus espectaculares jardines, unos jardines muy cuidados de palmeras, almendros y olivos que además de ser auténticos pulmones verdes, alivian al viajero del sofocante calor pues se nota y mucho el frescor que desprenden cuando se pasea entre ellos.

Los jardines más grandes y espectaculares se encuentran junto a los principales monumentos por lo que os daréis cuenta muy rápido que estáis ante ellos.

Otro punto fuerte de estos jardines es que suponen un contraste espectacular de colores entre los marrones y rojos de las calles y de las casas junto con los distintos tonos de verdes de las plantas.

Una visita a Marrakech no sería completa sin visitar las bulliciosas callejuelas de su zoco. Sabrás que estás en él cuando te encuentres caminando por las laberínticas y estrechas calles y la multitud de comercios que lo componen.

Otra prueba inequívoca de estar en el zoco de Marrakech es que por lo general, en los zocos de todo Marruecos y de muchos de los países árabes, se escapan una gran variedad de fragancias misteriosas compuestas por perfumes, comidas y especias.

Es en este preciso momento cuando a tu mente la invaden miles de fantasías del Oriente Antiguo. A mi todo esto me hacía pensar en aquella época cuando las caravanas de comerciantes provenientes de Asía llegaban hasta aquí, para proseguir con su viaje hacia el viejo continente.

Por otra parte en lo que a seguridad se refiere, he de reconocer que el sentimiento de seguridad por nuestra parte fue absoluta en todo momento.

En primer lugar, para los musulmanes robar está muy mal visto. Ahora no debemos olvidar que Marrakech es un destino muy turístico y como en todos estos tipos de destinos no hay que bajar la guardia y con esto me refiero a no ser descuidado con nuestras cosas o nos quedaremos sin ellas.

Nosotros no tuvimos ningún problema, de hecho las gentes de Marrakech se prestaban a ayudarnos para cualquier cosa. La primera noche un chico nos ayudó a encontrar nuestro riad en ese laberinto de calles que componen la Medina.

Otro día nos acompañaron a una farmacia de guardia. O la ya clásica pregunta ¿dónde vas tú a comer? Y así alejarse de los restaurantes petado de turistas a precios desorbitados.

Ahora bien-IMPORTANTE.

Mucha gente no tiene forma alguna de ganarse la vida (paro, crisis, etc.), por ello muchos os pedirán propinas, o a cambio de guiarte a cierto lugar (sin tu pedirlo) una visita a alguna tienda, donde claro esta, el qué te lleva va a comisión con el comerciante. No estáis obligados, ni a lo uno ni a lo otro. Nosotros dimos muy pocas propinas y nunca fueron más de 10 dírhams (10 Dírhams = 1 €) y solo cuando realmente veíamos una intención clara de ayudar.

Otra de las precauciones a tener en cuenta (pasa en muchos países no solo en Marruecos) es el “timo” al que yo llamo con cachondeo “Jurassic Park” en otras palabras, pasar de las risas y el asombro a los lloros, el agobio y el estrés en apenas unos minutos 😀

Un ejemplo, muchos cuando viajan a Marruecos esperan conocer la tan famosa hospitalidad árabe, he de decir que existe y nosotros tuvimos la suerte de conocerla, ahora eso fue en un pueblecito del desierto en el cual una familia nos abrió su casa y nos invitó a té y pastas ya que la carretera estaba cortada.

Sin embargo en enclaves tan turísticos como Marrakech es más difícil que ocurra.

Por tanto, seguramente (casi el 100%) de cualquier ofrecimiento e invitación que nos hagan a tomar el té en su tienda, o hacerse una foto con un mono, o tocar un camello irán acompañadas de una “invitación” a que compres algo, o bien les des dinero, de lo contrario las sonrisas y los buenos modales desaparecerán y en su lugar gritos y malas caras cobrarán protagonismo. Una situación incómoda para el turista o viajero que no irá más allá, pero no dejará de ser una situación incomoda… Jurassic Park 😉

Nosotros ya lo tenemos aprendido de otros países y un truco que nos funciona muy bien es por un lado dejar claro que no es vuestra primera visita al país y sobretodo dejar claro antes de nada que no pensáis pagar nada a cambio de aceptar cualquier tipo de invitación.

Regatear o regla del regateo /3: Marrakech como buena ciudad árabe donde las haya, el regateo forma parte de la vida de sus gentes desde hace generaciones, por tanto no debemos sentir en ningún momento vergüenza a la hora de regatear en cualquier comercio de la ciudad, de hecho por regla general respetan más a las personas que regatean que a las que aceptan el primer precio.

Dice la gente que viaja conmigo que se me da bastante bien regatear ya que por lo general me suelen definir como una persona “muy comercial” verdad o no mi truquito es el siguiente. Sea lo que sea que este interesado en comprar, divido por 3 el primer precio que me da el comerciante y tras regatear nunca estoy dispuesto a llegar a pagar la mitad del precio original.

Un ejemplo: compré la camiseta de la selección de fútbol marroquí por 70 dírhams unos 7€. Pues bien el primer precio que me dijo el vendedor era de 190 dírhams (19€) mientras que mi primera oferta fue de 63 dírhams (190/3).

¿Dónde dormir?

En Marrakech como en las principales ciudades de Marruecos existen dos posibilidades de alojamiento o al menos son las más usadas.

El turista o el viajero puede optar bien por un resort. Generalmente estos resorts pertenecen a las principales cadenas hoteleras y se sitúan a las afueras de la Medina o en los nuevos barrios.

Mientas que la otra opción son los riads más pequeños que los resort, por lo general son auténticos palacetes árabes restaurados en medio de la Medina.

Los riads: Sin duda alguna si se viaja en “modo viajero” está es la opción preferida.

Como he dicho antes los riads son antiguos palacios en medio de la Medina reconvertido en alojamientos turísticos.

La mayoría de ellos mantienen las decoraciones originales, habitaciones limpias muy decoradas con motivos de cuentos árabes, pequeñas pero muy acogedoras.

Otro punto a favor es que la mayoría de los riad cuentan con piscina, terrazas en altura y todos incluyen desayunos muy completos.

Si no habéis estado nunca en uno, esta debería ser vuestra primera opción de alojamiento si viajáis a Marruecos por primera vez.

Ya que estaréis alojados en palacios a precio de pensión. Nosotros estuvimos en Les Jardins Mandalines un riad espectacular, desde el cual podíamos ir andando a todos los principales recursos y atracciones turísticos de Marrakech pagábamos 20€ al cambio por una habitación doble, con desayuno y wifi incluido. Y el trato recibido simplemente espectacular.

Mención a parte la grandísima educación y perfecta atención que tienen los trabajadores de la hostelería y de los hoteles en esta ciudad.

Qué ver en Marrakech además del zoco? En este vídeo verás los principales monumentos y lugares de interés de Marrakech, en 2 días se visitan todos 🙂 Aventura en Marruecos: Descubriendo Marrakech

Nosotros visitamos la hermana gemela de la Giralda de Sevilla, las tumbas Saadies, comimos en casas tradicionales marroquíes, luego durante las horas más calurosas de vuelta al riad para darnos un bañito y echarnos la siesta. Para después volver a la aventura, creerme solo pasear por esta ciudad supone una aventura divertidísima observando el día a día de los locales, sus quehaceres diarios, el tráfico, el ruido… Espectacular.

No podéis visitar Marrakech sin disfrutar del impresionante atardecer sobre la plaza Fna. Os recomiendo llegar con tiempo y visitar el café más antiguo de la ciudad, situado también en la Plaza, el Café de France, inaugurado claro esta durante el periodo colonial francés.

Desde su terraza, pedir un té de menta o un café (ojo con los cafés, están buenísimos y tienen un aroma delicioso) y disfrutar del espectáculo de colores, amarillos, naranjas, rosas y rojos en el cielo, mientras el sol se acuesta y da paso a la noche. Sin duda un atardecer desde aquí es algo de admirar.

Entonces tras el ocaso, como por arte de magia la Plaza Fna se ilumina con miles de luces y farolillos de los cientos de puestos que a su vez arrancan sus fogones donde sirven comidas exóticas a los turistas.

Consejo: nosotros tras escuchar a otros viajeros y leer en blogs de viajes, no comimos nada en esos puestos, ya que oímos que mucha gente luego sufren algún tipo de problema estomacal y el precio es más elevado.

Recomiendo (así lo hacíamos nosotros) alejarse unos metros de los principales puestos y buscar casas de comidas típicas marroquíes que las hay a montones y en la mayoría con comida muy elaborada, de alta calidad y a un precio irrisorio comparado a lo que estamos acostumbrados aquí en Europa.

Sin duda Marrakech es un lugar ideal para mochileros, es una ciudad muy segura, donde encontraréis alojamientos y restaurantes de gran calidad a un precio muy bueno (gastaréis muy poco dinero), se recorre en dos días y está muy bien conectado con el resto de Marruecos.

Sucumbiréis ante la belleza de sus calles, de sus edificios, puertas con más de 80 años de antigüedad labradas en madera con todo tipo de detalles árabes y sus gentes amables y hospitalarios donde los haya.

Una vez terminada nuestra estancia en Marrakech, viajamos al desierto del Sahara, concretamente a la ciudad de Merzouga, al sur de Marruecos. Toda nuestra aventura por el desierto en el próximo post 🙂

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