Una ayuda al cuerpo que nos agradecerá de cara a la enfermedad
Hola de nuevo Familia, hoy escribo sobre las defensas que tenemos y cómo aumentarlas, para combatir infecciones y enfermedades. Lo he tenido que escribir rápido al hilo del Coronavirus.
El modelo de vida actual globalizada, el sedentarismo, la comida basura, los problemas no resueltos, la emergencia climática, no dormir bien y las enfermedades modernas nos van minando y debilitando dejando el cuerpo muy sensible ante posibles ataques de los ‘bichos’ 🦠🕷🦂🦟 durante las cuatro estaciones. Sobre todo de cara al invierno hay que protegerse estando sano como ya os conté en el post que os recomiendo leer y aplicar Cómo no ponerse enfermo en invierno.
¿Qué son las defensas?
El cuerpo tiene unas células defensoras o sistema inmunológico que sirve por medio de estas defensas para combatir estas enfermedades. Luchando y eliminando los organismos infecciosos que nos llevan a ponernos enfermos. Consecuentemente cuanto más defensas tengamos mejor.
Hay muchas maneras naturales pero me centro en la mía por experiencia propia, que utilizada de forma asidua minimizará las posibilidades de caer enfermo o aliviará los síntomas.
Trata de tres componentes: equinácea, artemisa y propóleo.
Nosotros visitamos a Jesús ‘El Yerbas’, seguramente tiene el mejor puesto de especias y plantas naturales de la Provincia de Alicante en el Mercadillo de Alicante, Mutxamel y Sant Joan d’Alacant.
Cuando le visitamos hablamos intercambiando información porque nos apasiona lo natural y la salud.
Equinácea: era una planta vital para los indios norteamericanos para tratar picaduras de serpientes, heridas y enfermedades de todo tipo. Tiene propiedades inmunoestimulantes, es antiviral, antibacteriana, potencia las células defensoras del organismo. Utilizada para todas las infecciones invernales; es antiinflamatoria, cicatrizante, quemaduras, llagas y heridas.
Artemisa: una de las primeras plantas que fueron utilizadas con fines medicinales. Posee el precioso nombre de la Diosa Griega Virgen protectora de los bosques y animales, la caza y el puro estado de la naturaleza. Hija de Zeus y hermana gemela de Apolo.
Es repelente, estimula las defensas del organismo, antimicrobiana, astringente, digestiva. Aumenta la energía mental y física.
No puede prolongarse mucho su toma porque es un poco tóxica. Está contraindicada a las mujeres embarazadas.
No tomar de forma seguida (descansar un mes si y otro no).
Propóleo: es un milagro de la naturaleza. Una resina, recolectada de las cortezas de los arboles por las abejas para endurecer las paredes interiores de las colmenas. Estas, se podría decir que es la zona natural más antiséptica que existe, ya que protege a su delicada reina y a sus súbditos de los ataques de intrusos peligrosos y gérmenes nocivos.
Es antibacteriano, antialergico, antiinflamatorio, cicatrizante y destruye los gérmenes. Estimula las defensas, tonifica el cuerpo, combate la fatiga, levanta el ánimo y previene de enfermedades principalmente de invierno.
Cómo se hace:
Las dos plantas las mezclamos en un recipiente grande, limpio y seco; con las manos secas las removemos bien. La mezcla la guardamos en un bote de cristal grande para utilizar a diario.
En una cazuela ponemos un litro de agua a hervir, y a punto de ebullición apagamos y retiramos del fuego. Echamos dos cucharadas soperas bien colmadas. Tapamos hasta que se enfríe porque tiene propiedades volátiles y se perderían.
Cuando está fría la filtramos con un colador (lo mas cómodo es utilizar una jarra como la de la imagen) y la metemos en una botella de cristal en la nevera. Tomaremos tres tazas diarias de lunes a viernes por persona. El fin de semana descansamos. Si es necesario, endulzar con miel o azúcar morena, aunque están buenas por sí mismas y es la mejor manera de beber agua.
Reforzaremos la infusión con la toma recomendada de propóleo en gotas.
Con esta receta podremos pasar el invierno sin caer enfermos, aunque también la podemos hacer en cualquier momento del año que se necesite.
También es muy importante lavarse las manos con jabón frecuentemente, hacer ejercicio al aire libre, dieta mediterránea y comer poco, bueno y natural.
Ya me conocéis y sabéis que no soporto estar enfermo y cada vez conozco más gente que le pasa los mismo.
Bueno, no os entretengo más; sabed que para ser feliz con poco hay que tener salud y seguir pagando las facturas. ⛑🧾💶😅
Siempre vuestro
Lucho